El halcón maltés (1930), Dashiell Hammett

"El halcón maltés"  -novela-

(The Maltese Falcon, 1930)

Dashiell Hammett (1894-1961)

"Todos los casos de Sam Spade"
Ed. RBA 2011, 333 pág.

Esta edición contiene la novela larga 250 pág, "El halcón maltés", así como los tres cuentos en los que aparece el detective Sam Spade:

"Demasiados han vivido"
"Sólo pueden colgarte una vez"
y "Un tal Samuel Spade" los tres de 1932.

Es prácticamente imposible leer "El halcón maltés" y no pensar en la película de John Huston de 1941, ya que están indisolublemente unidas y pienso que para bien, para reforzarse mutuamente. Y es curioso, porque son bastante distintas y se entremezclan positiva y negativamente.

Para empezar tenemos un rostro que ya para siempre será Sam Spade, aunque se le parezca poco: Humphrey Bogart. Lo que para mí sobresale por encima de todo en la novela es la historia que le cuenta Spade a Brigid, sin que la verdad venga muy a cuento, sobre el hombre al que la caída de una viga le hace replantearse su vida desde cero y vuelve a repetirla igual. Historia enormemente interesante y sugestiva. Que en la película no aparece, mientras que en la película se le da un énfasis especial al halcón falso y se dice la famosa frase con reminiscencias Shakespearianas, sacada de "la Tempestad": (el halcón) "está hecho del material del que están hechos los sueños".

Si me limito estrictamente a la novela, vuelvo a encontrar una traducción, que en este caso es actual, pero diría que poco afortunada y en ningún caso inspirada, con réplicas con poca gracia y uso de palabras chocantes: "hacer la venia", "bellaca", etc. así que perdemos nuevamente la mejor parte de Hammett, suponiendo que lo que dicen sus defensores sea verdad en cuanto a los diálogos afilados y renovación del lenguaje. Bien, de eso no hay nada.
 
En cuanto a la historia es algo confusa para leerla, quizá resulta más atractiva en imagen. Hay un estilo en la forma de contar que no es excesivamente atrayente: consiste en alternar descripción y diálogo, y enumeración. Todo queda muy frío y algo reiterativo, no hay introspección, ni sabemos lo que piensan los personajes, sólo lo que dicen. El texto tiene la total apariencia de un guion cinematográfico y no sé ahora si todo el Hammett que he leído era igual, aunque no tan evidente como en este caso. Realmente a pesar del cariño que sentimos por Spade, en definitiva porque vemos a Bogart, no se corresponde con la realidad del personaje literario demasiado interesado por el dinero y con muy poca lealtad por su socio muerto.
 
Si tuviera que concluir una opinión sobre la obra de Hammett, mi impresión es que es un autor que inspira mucho respeto por su trayectoria personal y su compromiso político. Pero, que su obra me parece irregular y me sorprende que use más de una vez los mismos recursos y que se adivina cierta falta de convicción y descuido en lo que hace. Que despierta nuestra simpatía por la época de Hollywood que le tocó vivir. Que sentimos ciertas reticencias por su alcoholismo y que su obra se sitúa más allá de las consideraciones críticas normales. Y finalmente, que la imposibilidad de leerle en su esplendor lingüístico nos deja frustrados como lectores. 

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