( The Great Gatsby, 1925)
Francis Scott Fitzgerald
Alfaguara, 2002, 226 pp.
¡Qué lástima que no me guste! La versión cinematográfica se solapa con el texto y lo ahoga. A pesar de la cantidad de años que hace que vi la película (1974), ésta viene continuamente a la mente y no puedo desligar a los actores de los personajes. Es un contratiempo. Si ya Daisy en la novela es insoportable, recordarla como Mia Farrow es insufrible.
Scott trabajaba en Hollywood haciendo guiones, aunque no logró que ninguno, o casi ninguno llegara a la pantalla. El gran Gatsby es sin duda un guion cinematográfico, absolutamente visual. Me ha parecido pobre en la descripción, sórdida en los personajes, demasiado alcohol y poca vivencia personal y lo peor es que ni siquiera el propio Gatsby me agrada; es un arribista sin glamour. Sólo sabe gastar el dinero que antes no tenía para intentar deslumbrar y eso no me conmueve. Pobre Gatsby, pobre Scott.
Desde luego la gran novela de Scott es su propia vida. Sus novelas se me antojan pálidos reflejos de su propia realidad.
"Y así seguimos adelante, botes contra la corriente, empujados sin descanso hacia el pasado”
(So we beat on, boats against the current, borne back ceaselessly into the past)
(última frase del libro “El gran Gatsby” que está grabada en la lápida de la tumba de Scott y Zelda)
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