En el castillo de Barba Azul (1971) George Steiner

 

"En el castillo de Barba Azul"

In Bluebeard's Castle, 1971 )

George Steiner (París 1929-2020_90a)

Ed. Gedisa 2013, 140 págs.


Siempre recuerdo el cuento recopilado por Charles Perrault de "Barba Azul", sobre todo cuando se me cae una llave/las llaves al suelo. Cuando a la protagonista, la última mujer de Barba Azul le sucede lo mismo y se le manchan de sangre (que será imposible de limpiar) de las anteriores esposas muertas y encerradas en una habitación prohibida. Este cuento, al parecer basado en historias reales, es actualmente muy poco popular y yo diría que casi olvidado, porque es imposible rebajar su crueldad para explicarlo a los niños y es más parecido a Drácula que a otra cosa, aunque su alegoría resulta muy próxima a muchos sucesos actuales, como acertadamente piensa Georges Steiner (1) en este pequeño libro, que leí hace bastantes años con muy buen recuerdo, que ahora he confirmado en esta nueva lectura. Que tampoco diría que se trate del libro más conocido de este autor y sin embargo es mi favorito.

George Steiner es un reputado profesor, ensayista y teórico de la literatura comparada y la cultura. Nació en París en 1929 en una familia judía de origen vienés. En 1940 se trasladaron a Nueva York para huir del nazismo. Domina perfectamente varias lenguas y se considera extraterratorial. 
"Nuestra actual sensación de desasosiego, de retorno a la violencia, de retorno al embotamiento moral, nuestra impresión de una fractura central de los valores producida en las artes, en el donaire de los modos personales y sociales, nuestros temores de una nueva "edad de tinieblas" en la que la propia civilización, tal como la conocemos, pueda desaparecer o quedar confinada a pequeñas islas de conservación arcaica"   (pág. 16)
El contenido de este libro, de tremenda actualidad,  fue objeto también de una serie de conferencias en la Universidad de Kent. Trata sobre la cultura en el siglo XX en el mundo occidental. Contiene cuatro apartados:

1) El gran ennui
2) Una temporada en el infierno
3) En una poscultura
4) El mañana

Ennui o spleen o hastío o tedio. Ese sentimiento tan nefasto que acaba ansiando cualquier tipo de destrucción. A principios del siglo XX se gozaba de un extraño y sorprendente largo periodo de paz que hubiera debido satisfacer a las masas, pero el resultado era la inquietud y el ansia de aniquilación (antes la barbarie que el tedio -Téophile Gautier-) que acabó por materializarse en la gran carnicería de la primera guerra mundial.

Sin duda no pasaron demasiados años entre la primera y la segunda guerra mundial, de hecho la generación superviviente todavía vivía y ellos y sus hijos fueron a la segunda. (lo que vendría a demostrar que lo importante no es "conocer los hechos para no repetirlos", sino conocer los motivos que nos llevan a ellos). Las dos guerras mataron a setenta y dos millones de personas = 72 y la humanidad no parece particularmente afligida por ello, tan presta a olvidarlo todo.

Curiosamente también y sin duda, el siglo XX ha sido testigo de grandes avances tecnológicos, tanto positivos, como negativos. Las iniciativas reformistas en la educación del siglo XIX fueron aplicadas y grandes masas de individuos tuvieron acceso a la educación. La ignorancia y el retraso que se suponía eran el origen de la brutalidad dieron paso a unos dirigentes nazis cultivados y refinados que también fueron brutales.

Pero la constatación de que la cultura también nos ha llevado de nuevo a la barbarie, no significa que deba dejarse de lado y abandonar la formación humanística del individuo. De olvidar todo lo que nos ha llevado culturalmente hasta este momento y forma parte de lo que somos. Porque entonces seguramente sería "peor".

Me parece curioso que las últimas reflexiones sobre "el mañana" estén escritas en 1971. Es decir, hace casi cincuenta años. Me parecen absolutamente actuales. Y es que a pesar de ciertos avances indudables, como el desciframiento del ADN, apenas hemos avanzado. Los ordenadores son más potentes e Internet o los teléfonos móviles han cambiado nuestra forma de relacionarnos, pero su impacto es de baja intensidad y su uso es casi exclusivamente lúdico. Seguimos teniendo cáncer e incluso han aparecido nuevas enfermedades.

(1) La referencia para Steiner es la de la ópera de Béla Bartók del mismo título que el libro. Y es que como Judith, la última mujer de Barba Azul, debemos abrir la última puerta del castillo a pesar de sus peligros, porque somos una cultura que se nutre del impulso hacia adelante.

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