España invertebrada (1921) José Ortega y Gasset

"España invertebrada"  (1921)

(Bosquejo de algunos pensamientos históricos)

José Ortega y Gasset  (Madrid, 1883-1955)

Ed. Austral/Espasa/Planeta 2011/15, 140 pp.

Ortega y Gasset es sin duda el filósofo español más conocido y reconocido. Exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital —raciovitalismo— e histórica, situado en el movimiento del novecentismo.

Índice y contenido del libro:

Primera parte: Particularismo y acción directa
1) Incorporación y desintegración
2) Potencia de nacionalización
3) ¿Por qué hay separatismo?
4) Tanto monta
5) Particularismo
6) Compartimientos estancos
7) El caso del grupo militar
8) Acción directa
9) Pronunciamientos
Segunda parte: la ausencia de los mejores
1) ¿No hay hombres, o no hay masas?
2) Imperio de las masas
3) Épocas "Kitra" y épocas "Kali"
4) La magia del "debe ser"
5) Ejemplaridad y docilidad
6) La ausencia de los "mejores"
7) Imperativo de selección

Sin duda y en el momento actual, cuando se abordan temas como el del "independentismo" en España, los agentes políticos con posibilidades de negociar deberían llevar este texto como libro de cabecera. No porque lo que dice sea "real" sino porque es lo esperable y lo políticamente correcto de sostener en cualquier debate. Cualquiera que haya asistido a los últimos movimientos separatistas y los haya visto de cerca sabe que la visión de Ortega es "ingenua", pero reconfortadora y necesaria. Hay en esas estrategias independentistas partidistas más de egoísmo y cerrazón mental, así como posicionamiento de supervivencia de algunos partidos que se apoyan en sentimientos populares atávicos, que de verdaderas aspiraciones políticas progresistas con sentido futuro. Movimientos por otro lado paralelos al triunfo del Brexit en Gran Bretaña o la elección de Trump como presidente de los Estados Unidos, es decir, con promesas de futuro sobre un pasado fantasioso que recordamos mal.

Al final resultará que en Cataluña hubo paz social desde 1980 al 2010 porque se permitió que el partido local hegemónico (Convergencia y Unió) practicara la corrupción institucional y cuando se terminó el dinero y la patente de corso, ese partido se volvió de nacionalista a independentista radical. Qué casualidad. Arrastrando con ello a unas masas fáciles de manipular gracias al control de la educación y los medios de comunicación propios y los subvencionados (¿por qué se ha de subvencionar a los medios de comunicación? si no es para controlarlos). Claro que, esto es lo que pienso yo, no Don José.

Así que, volvamos al libro en sí y dejemos el momento actual, aunque es difícil. Quien no leería en esta frase la estrategia del partido "Podemos"
"La única forma de actividad pública que al presente, por debajo de las palabras convencionales, satisface a cada clase, es la imposición inmediata de su señera voluntad: en suma la acción directa" (pág. 81)
El ensayo está formado por diferentes textos que aparecieron en el periódico "El Sol", fruto de esa inquietud que corroía España desde el desastre del 98 y que ha sido analizada desde múltiples puntos de vista. El asumir la total y absoluta decadencia del país. ¿De qué polvo vienen estos lodos?

Ortega determina que al contrario de lo que pueda suponerse, lo que hoy es España, tuvo un feudalismo muy breve y de poca intensidad y que la unión de los diferentes territorios de produjo demasiado pronto. Unión que favoreció la empresa de América y la hegemonía mundial, pero que se apoyaba en bases muy frágiles, por lo que su decadencia empezó muy pronto, casi al principio con Felipe II. Al final de su reinado todo iba cuesta abajo, quizá lentamente, de forma que la agonía duró cuatro siglos.

Dice Ortega que la causa de nuestro feudalismo débil residía en el tipo de invasiones germánicas que se instalaron en España: los visigodos, que eran precisamente los más cercanos a Roma, totalmente influidos por ellos y en franca decadencia también. Al contrario de otras invasiones, como la de Francia, por bárbaros con otras estructuras sociales más vigorosas que favorecieron un sistema feudal más articulado y potente, que resistió la embestida de la invasión musulmana, así como, permitió que los países se vertebraran mejor en torno a sí mismos.

El problema de España, opina Ortega, es la falta de un proyecto común que ilusione a todos. Lo cual está muy bien y conviene reflexionar al respecto, de esa y todas sus sugerencias.

El problema de España, pienso yo, es que cuando hay prosperidad todo el mundo roba en el peor de los casos o se aprovecha (amiguismos, influencias, enchufes, trabajo en negro, etc.), sin que se note demasiado y no se plantean grandes problemas, pero cuando hay crisis económica, no hay quien aguante al mamotreto del Estado y todo son particularismos partidistas, generalmente suicidas sin ninguna visión global. Pero claro, esto es algo que no puede decirse de forma pública con esta llaneza.

José Ortega y Gasset (1883-1955)

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