1793, Niklas Natt Och Dag

 

1793 "

publicado en 2017

Niklas Natt Och Dag  (Suecia, 1979)

Ed. Salamandra 2020, 426 pp.


Se trata de una novela negra/policíaca que está teniendo un gran éxito que no hará más que aumentar, sobre todo en cuanto se haga la película (que se hará).

A mí me ha gustado y hubiera podido leerla de un tirón, salvo por su extensión. Es tremendamente entretenida, adictiva y está sin duda, bien escrita. Ahora bien, es un producto comercial que bebe de multitud de referentes muy conocidos.

Al principio tenía la sensación, por el argumento, de una mezcla de "El nombre de la rosa" (1980) de Umberto Eco, y "El perfume" (1985) de Patrick Suskind. 

1793 es el año en el que transcurre la acción. Nos encontramos la ciudad de Estocolmo en un momento de decadencia y descrédito de la realeza, así como de agitación social por los ecos de la revolución francesa. Todo es suciedad, miseria y crueldad en general para las clases más bajas. La aparición de un extraño cadáver (ya que le faltan las extremidades y los ojos) por un guardia manco, atrae la atención de un ex abogado y ayudante de la policía que está en las últimas por la tuberculosis.

El tuberculoso y el manco se imponen la tarea de descubrir al asesino, en lo que evidentemente tenemos la pareja clásica de Sherlock Holmes y Watson, lo que no quita para que sea muy interesante. Se puede advertir también ese lugar común que tiene la novela negra nórdica en su preferencia por denunciar los crímenes más escabrosos. Finalmente el libro satisface las aspiraciones del lector y se ajusta a la narrativa clásica de este tipo de género.

Esta obra es la primera de su multipremiado autor que se presenta como descendiente (de lo poco que pueda quedar) de la nobleza sueca, supongo que pre napoleónica. Aunque me lo he pasado bastante bien, no puedo evitar sentir que se trata de un producto comercial muy bien disfrazado, que está más cerca de "La sombra del viento" (2001) de Ruíz Zafón, que de la mencionada "El nombre de la rosa", mucho más densa y elaborada, lo cual es como decir que al lector no se le exige ninguna clase de esfuerzo.



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