La montaña mágica (1924), Thomas Mann

La montaña mágica "

 ( Der Zauberberg ) 1924

Thomas Mann  (Alemania 1875-1955)

pocket edhasa 2005/2009/2012, 1048 pp.

(trad. Isabel García Adánez)


Estamos en 1907, Hans Castorp un joven burgués de veinte y tres años sale de Hamburgo en Alemania para pasar unas cortas vacaciones visitando a su primo internado en un sanatorio para tuberculosos en Davos Platz (Suiza).

Hans pertenece a una buena familia comerciante pero quedó huérfano a temprana edad y apenas le quedan familiares. Ha estudiado ingeniería naval sin demasiado entusiasmo y en general es un chico corriente sin demasiadas ambiciones.

Una vez llegado e instalado en el sanatorio como huésped y mientras se adapta a las numerosas peculiaridades del entorno de alta montaña y rutinas del sanatorio que debe de seguir como si fuera un enfermo: comidas abundantes y numerosas, reposos en la terraza a lo largo del día, etc. empieza a sentirse fatigado y enfebrecido lo que desembocará finalmente en un diagnóstico de tuberculosis de alguna clase que lo obligará a permanecer en el lugar junto a su primo.

Hans se adaptará a su nueva situación como algo inevitable, mientras que su primo, que deseaba ardientemente ingresar en el ejército lo considera una tortura. A lo largo del tiempo se irán desarrollando diferentes relaciones con el personal médico y enfermos que viven como una vida alternativa de duración variable allá arriba.

Serán muy importantes las charlas filosófico-políticas con dos hombres de edad y de conocimientos considerables que representan posiciones antagónicas y que abrirán los ojos de nuestro protagonista a perspectivas vitales novedosas. Así como relaciones más o menos intensas con otras personas generalmente enfermas y experiencias sociales singulares.

Sin embargo, todo parece desembocar de forma relativamente abrupta tras siete años internado cuando se declara la primera Guerra Mundial y Hans baja de la montaña para alistarse y participar en algo que a ciencia cierta tampoco sabe lo que es.

El libro trata de bastantes temas: por un lado la propia enfermedad de la tuberculosis como tal y como metáfora. Con todas sus mistificaciones y oscuridades respecto a su curación y al mismo tiempo su siniestra implacabilidad. Que hoy en día se puede extrapolar al cáncer o otras enfermedades parecidas por lo que sigue teniendo vigencia.

Por otro lado, de forma simbólica hay una vertiente de pensamiento y de actitud frente a la realidad y al momento histórico y la responsabilidad de lo que sucede. Mientras Hans contempla y participa de todas las discusiones que se presentan como alternativas vitales, pero quizá faltas de verdadero contenido, se van desarrollando en el subconsciente colectivo o de forma paralela subterránea una serie de fuerzas negativas que acaban eclosionando de forma violenta y brutal porque no conducen a ninguna parte.

Personalmente me gusta más las tres primeras partes, hasta que fallece un personaje importante, cuya muerte está explicada de forma magistral. Así como la descripción de una ventisca en la que se encuentra Hans. 


 

Comentarios