El mundo de ayer (1941), Stefan Zweig

El mundo de ayer "

Memorias de un europeo

Die Welt von Gestern: Erinnerungen eines Europäers ) 1941

Stefan Zweig   (Viena 1881 - 1942 Brasil)

Ed. El Acantilado 2002, 546 pp.


" Si busco una fórmula práctica para definir la época de antes de la Primera Guerra Mundial, la época en la que crecí y me crie, confío en haber encontrado la más concisa al decir que fue la edad de oro de la seguridad " (p.17)

Memorias iniciadas en 1934 y terminadas poco antes de su suicidio en el exilio brasileño son un recorrido por el territorio de la nostalgia por la pérdida total de cualquier tipo de certezas.

El autor es consciente que ese mullido mundo que evoca de su niñez ya estaba preñado de toda clase de amenazas, entonces invisibles, impensables y que evolucionarían para mal en tan poco tiempo.

El imperio austrohúngaro estaba en las últimas, pero no se sabía. El emperador Francisco José administraba con prudencia las contradicciones de un imperio somnoliento y amable que pretendía sobrevivir. Por primera vez encontraron los judíos un espacio holgado en el que pudieron desarrollar su potencial comercial e intelectual, como casi nunca habían tenido. La familia de Zweig, tanto paterna, como materna había prosperado durante largo tiempo y se encontraba entre la alta burguesía, que dominaba casi todas las áreas de la riquísima vida cultural vienesa.

El escritor es consciente de que no todo era perfecto, de que el sistema escolar juvenil era obsoleto, de la represión e ignorancia sobre el sexo y la mujer en general, pero había muchas formas de liberar el espíritu y participar de un mundo lleno de novedades y promesas de un mundo mejor.

Evidentemente todo ello se esfumó con la llegada de la Primera Guerra Mundial. Zweig nos va contando todo este proceso en primera persona, pero enseguida nos damos cuenta que ha pasado de lo particular a lo general. Él se sitúa en un emplazamiento de espectador aventajado por su posición y prestigio en el mundo de las letras, ya que ha empezado a publicar muy pronto. Conoce y se relaciona con muchísimas personas relevantes de la cultura y la política. Se declara como pacifista y activista del hermanamiento entre naciones.

Sin embargo, aunque al principio casi no lo notas leyendo hay algo molesto en lo que cuenta. Por un lado, aparte de la niñez ya no vuelve a mencionar a su familia y su mujer saldrá un momento escaso en lo que cuenta. La imagen es la de Stefan conociendo y tratando a un montón de artistas y personalidades que lo tienen a él en alta consideración. Stefan es bastante mitómano e idólatra de famosos. Tampoco se acaba de entender como logró que no lo enviaran al frente en la Gran Guerra, ni cómo logra sobrevivir económicamente en la posguerra si no es con el dinero de su familia. 

Zweig es un autor por el que los lectores sienten gran simpatía y ha tenido sus épocas. En los años sesenta se publicaba mucho, al igual que otros autores ahora muy olvidados como François Mauriac o Somerset Maugham, ahora la editorial Acantilado ha decidido reivindicarlo y sacar toda su obra, que resulta dispersa y poco coherente.  

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