Cartas de Rusia (1839), Marqués de Custine

"Cartas de Rusia"

(Lettres de Russie -1839-)

Marqués de Custine (Francia 1790-1857)

Ed. Acantilado 2019, 429 pp.


Astolphe Louis Léonor, marquis de Custinenació el año siguiente de la revolución francesa y aunque su familia era progresista no se libraron de la guillotina. Su madre fue amante de Chateaubriand. Astolphe tuvo una vida interesante en general, pero infeliz y complicada por su homosexualidad en lo particular. Con el tiempo viajará y sus guías de viaje, sobretodo de España, tendrán un relativo éxito.

En este libro nos narra sus impresiones de un viaje a Rusia, país que produce gran curiosidad en su tiempo por su incomprensibilidad para las mentalidades occidentales. Sin embargo, le marquis es un testimonio poco fiable. Primero porque no  hace más que decir que su propósito es el de un viajero curioso, sin más propósito que el de observar objetivamente el país y sus habitantes, pero, la razón de su viaje es asistir a un matrimonio principesco al que está invitado y todo lo demás podría suponer con facilidad espionaje. Y en segundo lugar, sorprende que su apreciación de cómo es Rusia esté lastrado de forma profundamente negativa ya antes de ver nada. Ese prejuicio y predisposición en contra lo acompañará continuamente y tendremos que hacer un gran esfuerzo como lectores para intentar quitarnos esas gafas nefastas y tratar de ver por nosotros mismos lo que nos es descrito.


El libro que ahora se edita es un resumen de los cuatro tomos originales en lo que imaginamos debe ser la parte más sustancial. Pero, decepción total. Resulta muy pesado leer informaciones tan tendenciosas todo el rato, no hay ni un segundo de perspectiva, comparativa con otros países, neutralidad o mirada inocente, todo está impregnado de obcecación mental del visitante.


Es una lástima que teniendo esa privilegiada ventana a la Rusia de 1839 podamos ver tan poco. La mayoría de cosas que nos explica no necesita viajar para contarlas: las encuentra en libros; como la vida de Iván el Terrible. Los detalles urbanísticos y arquitectónicos también. De la vida de la gente, nos cuenta tan poco, que nos parece nada.

Por otro lado, bien es verdad, que a pesar de todos esos inconvenientes algo se aprende, pero poco. Sin embargo, hay algo que late por debajo de todo ello y es el propio marqués de Custine. La sensación es que una historia sobre su vida sería extraordinariamente amena. 

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