Oscar Tusquets Blanca (Barcelona 1941)
Ed. Anagrama 2021, 200 pp.
Este es un libro que me compré por Semana Santa por aquello de la distracción sin complicación. La portada no la he podido fotografiar como me gusta hacer, porque inmediatamente después de leerlo lo tiré a la basura. Si bien hago el comentario no sé por qué, supongo que para quitármelo de la cabeza, que si no se queda por ahí dando vueltas.
Aquí y en otros lugares también existe una serie de autores a los que sus editores insisten que escriban cualquier cosa porque saben que sólo por su nombre venderán. Aunque esto me lo sé de memoria, de tanto en tanto de dejo atrapar por esa trampa.
Aquí Oscar Tusquets que pertenecía a curiosa banda barcelonesa de "la Gauche Divine" de los gloriosos sesenta y setenta, nos vuelve a contar las aventuritas de la panda, que entonces nos resultaban atractivas, pero con el paso de los años han devenido bastante batallitas de abuelete.
Tusquets que ha tenido la inmensa suerte (la de su generación y con padres con posibles) de tocar muchas actividades con suerte, como la arquitectura, etc. Nos cuenta su evolución personal y después pasa a lo que toca, la vejez, porque el señor ya cuenta con 80 años y lo que no son achaques, son premoniciones de muerte. Todo ello muy interesante sobre todo para los que ya cuentan con cierta edad.
Yo le agradezco ciertos comentarios como el de los audífonos (contando que valen carísimos). Cuenta también cómo han muerto bastantes amigos suyos (no sé si lo cuenta con autorización o sin ella, porque es muy personal ) y lo que me ha molestado más es cómo pasa de sus opiniones personales sobre el final de la vida, muy respetables, pero pretendiendo que las sigamos todos.
Nos sugiere que lo más digno para la mayoría de la personas enfermas de cáncer no curable es que prescindan de los costosísimos tratamientos que ofrece la seguridad social para alargar el final (que puede estar entre los 5 años=Decía la oncóloga de Pau Donés/Jarabe de palo que sin tratamiento hubiera durado 9 meses en lugar del los 5 años que duró). Tusquets no está enfermo de cáncer (ni de nada verdaderamente serio salvo estar viejo) y ya me gustará ver lo que hace si se le declara, si se quedará en su casa a dejarse morir y elije entre vivir 6 meses o 5 años. Que haga lo que quiera, pero que no se atreva a criticar a los que se han pasado la vida pagando a la seguridad social y deciden hacer uso de ella en su etapa final. No es algo que se elija, es algo que sucede para mala suerte de los que lo padecen.
Tusquets no se da cuenta de aquello tan evidente que lo que vale para ti, puede no no sea lo ideal para otra persona y que cada uno merece tener sus propias opiniones sobre lo que decide hacer con su vida.
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